Tess (Melanie Griffin) es una treintañera que vive en nueva
York en los años 80. Sueña con ascender en su trabajo. Como no se conforma con ser
el prototipo de secretaria de la época, va de trabajo en trabajo, hasta que un
día llega a una oficina en la que su jefa es una mujer, Katherine (Sigourney
Weaver). Por circunstancias de la vida sufre un accidente, y Tess pasará a
ocupar su lugar en el despacho como jefa. Esto hace que tenga más confianza en
ella misma, por lo que luchará por todos los medios para salirse con la suya, y
que se reconozca su talento.
Esta es una peli para un domingo lluvioso en el que lo único
que nos apetece es taparnos con una mantita, tomar un helado de chocolate y olvidarnos
de que al día siguiente hay que madrugar. Después de verla, el domingo será más
ameno y tendremos ganas de levantarnos el lunes para comernos el mundo.
Melanie
está bastante bien, tiene una dulzura que encaja genial con el papel, e incluso
al final se sigue viendo lo humilde que es. Sigourney Weaver lleva el papel
como si estuviera hecho para ella.Harrison Ford está curioso, pero no es la vez que mejor le he visto.
El desarrollo de la película puede llegar a ser
muy predecible, pero se disfruta de ella aunque sepas perfectamente cómo
va a acabar. Supongo que cuando fue estrenada en 1988, el tema que trata tuvo muchos
más significados de los que puede tener ahora, aún así en seguida te sitúas y puedes
empatizar perfectamente con la protagonista.
¡Qué decir de la banda sonora! Yo ya conocía esa canción,
pero está muy bien usada, en concreto en el plano final me encanta.
Desde luego merecidos los Globos de Oro: mejor actriz para Melanie Griffin, mejor actriz secundaria para Sigourney Weaver y mejor cancion, "Let the River".
Lo mejor: Te mejora el día.
Lo peor: Es predecible, aunque no impide disfrutar la película hasta el final.
Valoración: 3,5/5
Banda sonora de la película:
Terpsícore.
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