STOKER: Tras morir el padre de India (Wasikowska) en un
accidente de coche, su tío Charlie (Goode), que India ignoraba que existiera,
viene a vivir junto a ella y su emocionalmente inestable madre (Kidman). Al
poco tiempo de su llegada, India empieza a sospechar que este misterioso y
fascinante hombre tiene segundas intenciones, pero en lugar de escandalizarse o
sentir horror, esta chica que no tiene amistades se va obsesionando cada vez
más con él.
LA MULA: Al cabo Juan Castro (Mario Casas) le importa más la
suerte de su mula que ganar la guerra. Por eso sale a buscarla y, tras atravesar
la línea del frente, se ve implicado en un episodio tan peligroso como
hilarante que, muy contra su voluntad, lo va a convertir en héroe de guerra. A
través de la figura de Juan Castro, más preocupado por sus avances en el
terreno amoroso que por la progresión del enemigo, se nos ofrece una visión
insólita de la guerra civil: antiheróica, pícara y tierna a la vez.
DÍAZ, NO LIMPIEIS ESTA SANGRE: En 2001, el último día de la
reunión del G8 en Génova, justo antes de medianoche, más de 300 policías
asaltaron la escuela Diaz buscando manifestantes. Dentro de la escuela se
encontraban 90 activistas, la mayoría estudiantes europeos, y un grupo de periodistas
extranjeros, todos ellos preparándose para pasar allí la noche. Cuando la
policía irrumpió, los jóvenes manifestantes levantaron las manos en señal de
rendición. Impertérritos, los oficiales descargaron una violencia calculada y
frenética, golpeando indiscriminadamente a jóvenes y mayores, hombres y
mujeres.
Diaz-No limpiéis esta sangre, reconstruye los hechos de esos terribles días desde el punto de vista de la policía, los manifestantes, las victimas y los periodistas que se vieron atrapados en la tragedia para analizar como la frustración puede explotar en violencia cruda e incontrolada. La forma de rodar de Vicari, visceral, dinámica, lanza al espectador al oscuro corazón de la política y nos recuerda mediante la inclusión de imágenes reales que puede que esta sea una película, pero no es ficción.
Diaz-No limpiéis esta sangre, reconstruye los hechos de esos terribles días desde el punto de vista de la policía, los manifestantes, las victimas y los periodistas que se vieron atrapados en la tragedia para analizar como la frustración puede explotar en violencia cruda e incontrolada. La forma de rodar de Vicari, visceral, dinámica, lanza al espectador al oscuro corazón de la política y nos recuerda mediante la inclusión de imágenes reales que puede que esta sea una película, pero no es ficción.
OBJETIVO: LA CASA BLANCA: Mike Banning (Gerard Butler) es un
agente del Servicio Secreto estadounidense que, tras un accidente de coche en
el que únicamente puede salvar la vida del Presidente Asher (Aaron Eckhart),
decide dejarlo para trabajar en el Departamento del Tesoro. Pero cuando un
comando coreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca, tomando
como rehenes al Presidente y su gabinete, Banning se verá obligado a entrar de
nuevo en acción.
MUSSOLINI VA A MORIR: Esta película narra las últimas horas que en 1945, pasaron juntos el dictador Mussolini y Claretta Petacci antes de ser fusilados, colgados y masacrados como en un cuadro de F. Bacon.
Benito y Claretta fueron dos trágicos seres humanos, dignos de haber sido creados por Shakespeare. Contemplamos un duelo final entre Benito, el hombre, y su alter ego el Duce, ante la dramática presencia de Claretta Petacci. La lucidez del enajenamiento del creador del fascismo, obliga al espectador a dar su propia batalla ante este paradigma del ser humano.
Mussolini va a morir habla de un fanático populista, que engendró a Hitler y fascinó al mundo durante veintitrés años, dejando una estela de cincuenta millones de muertos.
Fuente: Yelmo cines.