Francia, siglo XVIII. Adaptación del famoso best-seller de Patrick Süskind. Jean Baptiste Grenouille nació en medio del hedor de los restos de pescado de un mercado y fue abandonado por su madre en la basura. Las autoridades se hicieron cargo de él y lo mandaron a un hospicio. Creció en un ambiente hostil; nadie le quería, porque había en él algo excepcional: carecía por completo de olor. Estaba, sin embargo, dotado de un extraordinario sentido del olfato. A los veinte años, después de trabajar en una curtiduría, consiguió trabajo en casa del perfumista Bandini, que le enseñó a destilar esencias. Pero él vivía obsesionado con la idea de atrapar otros olores: el olor del cristal, del cobre, pero, sobre todo, el olor de algunas mujeres.
Debido a que no me
he leído el libro, me limitaré a hablar de lo que me ha parecido la película…
Es una historia
interesante, pero a la vez rara (y eso no es que sea malo.) El final es un poco
locura, pero bueno… Es original.
La película está
bien tratada. El director hace que conectes con el asesino, y veas la obsesión
que tiene con el mundo de los olores. La fotografía es realmente buena y te
transmite un montón de sensaciones. Tiene una ambientación y una escenografía
muy logradas.
Respecto a las interpretaciones no son maravilloooosas
pero están bastante bien. No hay ningún actor que decepcione, si bien tampoco
destaca ninguno. Por último, la banda sonora da el toque final para que se
convierta en una buena película.
Lo mejor: el impacto
visual.
Lo peor: algunas
escenas llegan a ser un poco desagradables. Sobre todo las del principio.
Te guste o no, esta
película no te dejará indiferente.
Puntuación: 3'5/5
Phoebe.
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